El primer que llegò a la Isla de Cuba, genovès por mas señas, en la estrellada noche que sus tres naves avanzaban sobre nuestras costas, escribe en su Diario de viaje : “vieron caer del cielo un maravilloso ramo de fuego en la mar”. Sobre una asustada imaginaciòn europa Cristobàl Colòn anunciaba el Nuevo Mundo; desde entonces, la luz intensa de la isla, deslumbra y enomora a los viajeros.
Matteo Tomaselli camina por las calles de La Habana con sus gafas de sol y sus ojos claros se deslumbran-se “encadillan” decimos, en el campo-ante la luminosidad que nos acompaña casi todo el año y ante la cotidianidad, tambien delirante, de estos dias habaneros.
Luego, ha tomado su pincel y ha volcado sobre el lienzo su modo de intender el Paìs y a este siglo que termina quemandonos las manos , cegandonos la pasiòn.
El joven pintòr italiano no ha querido detenerse en el paisaje mas comùn, devolviendonos las postales turisticas que lo asedian, ni caer en las trampas de nuestra “demasiada luz” y ha emprendido la bùsqueda de la verdadera luz de estos dias cuabanos, Bajo el cielo de Cuba, nos va pintando los fantasmas menos visibles, la tristeza que se esconde bajo una mancha, y los silencios ocultos entre el mediodìa.
La pintura de Matteo se enfrenta a la luz desde la sombra de la reflexiòn, y desde el sosegado estudio del colòr, establece una mirada distante y amorosa hacia los fuegos diversos de nuestra identidad. En su figuraciòn fragmenta y recompone el espacio de la luz de los deseos mas intimos, por ellos no es casual que en su primera exposiciòn en Cuba, haya invitado muy especialmente al Maestro Adigio Benìtez con quien comparte una intenciòn desmitificadora de la realidad, junto al dialogo con la tradiciòn-Asì nos ofrece tranquilos paisajes urbanos en la tensa fragmentaciòn del espacio, inquietantes naturalezas muertas y otras visiones que dialògan con imàgines muy cotidianas.
Asistìmos a un proceso estètico donde el artista experimenta un combate en un entorno ajeno, con otra cultura visual, intentando asimilarlas y tratando de hallar las razones del colòr y de la vida cubanas: es una autentica bùsqueda de la Isla entre el fuego de estos años, la ùnica manera de llegar a la “isla mas fermosa” que descubrìera Cristobàl Colòn y que tal como nos propone Matteo Tomaselli- cada uno de nosotros puede buscar bajo el cielo de Cuba.
Roberto Zurbano Torres